14 de septiembre de 2017

And now it's over

“Sabía que la iba a perder tan pronto pasara aquella noche y el dolor y la soledad que se la comían por dentro fueran acallándose. Sabía que tenía razón, no porque cierto lo que había dicho, sino porque en el fondo ambos lo creíamos y siempre sería así. Nos escondimos como dos ladrones en una de las habitaciones sin atrevernos siquiera a prender una vela, sin atrevernos siquiera a hablar. La desnudé despacio, recorriendo su piel con los labios consciente de que nunca más volvería a hacerlo. Cristina se entregó con rabia y abandono, y cuando nos venció la fatiga se durmió en mis brazos sin necesidad de decir nada. Me resistí al sueño, saboreando el calor de su cuerpo y pensando que si al día siguiente la muerte quería venir a mi encuentro la recibiría en paz. Acaricié a Cristina en la penumbra, escuchando la tormenta alejarse de la ciudad tras los muros, sabiendo que iba a perderla pero que, por unos minutos, nos habíamos pertenecido el uno al otro, y a nadie más.”


Según pasan los días, en mi mente se entremezclan realidad e imaginación; tu cara se desdibuja y, mientras voy olvidando el sabor de tus besos, me pregunto si ese futuro que vi en tus ojos era verdad o un espejismo.

¿Por qué la vida nos quiso separar?

Quizá no era el momento…
...quizá no era el lugar…
...quizá solo fuiste el sol de verano en un día de otoño…
...quizá fuimos todas las posibles soluciones a una pregunta retórica…
Quizá el destino nos vuelva a juntar y decida escribir un futuro juntos…
O quizá nuestra historia quede reducida a un puñado de palabras escritas en una noche de insomnio…
...quizá me mate la melancolía…
O quizá es la irónica manera que tiene la vida de demostrarme que sigo viva.

30 de abril de 2017

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“Tú y yo somos diferentes, nuestros mundos son diferentes. No obstante, tú me enseñaste el valor del amor, me enseñaste qué significa querer a otra persona, y sé que gracias a ello soy un hombre más completo; no quiero que lo olvides nunca. 
No me siento decepcionado por lo que ha sucedido, al contrario, estoy seguro de que lo nuestro ha sido real, y me alegro profundamente de haber compartido esos momentos mágicos contigo, aunque solo fuera por un corto periodo de tiempo. Y sé que si en el futuro volvemos a encontrarnos en un lugar distante, yo te sonreiré con júbilo, y recordaré el verano que pasamos juntos, tumbados a la sombra de un árbol, abrazados, viendo cómo crecía nuestro amor. Y quizá, por un breve momento, tú también sentirás lo mismo y me devolverás la sonrisa, y saborearás los recuerdos que nadie podrá arrebatarnos nunca.”


Sentí que eras mi persona. Deseé que lo fueras. Y por un tiempo lo fuimos. Compartimos ilusiones, miedos y esperanzas, en medio de un torbellino de emociones, guiados por nuestras pasiones y con el amor por bandera. Porque lo fuimos, porque creímos serlo. Como un espejismo, un sueño del que no queremos despertar.

Hoy el tiempo ha cambiado. Hay tormenta en mis ojos, sal en mis pestañas y ríos en mis mejillas. El invierno se ha instalado en mi corazón y ni el sol consigue hacer desaparecer un frío que es resistente a las mantas. Porque te quise. Porque te quiero. Porque lo siento tanto…

Este año el verano vendrá triste. Pero estarás bien. Estaremos bien. Estaremos juntos en nuestra soledad. Para que no sea tan oscura. Para que no dé tanto miedo.
Porque creo en un nosotros diferente, donde yo sea el optimismo que te falta y tú el dato curioso que necesito. Donde sigamos aprendiendo el uno del otro. Donde sigas estando en mi vida. Si tú quieres…

26 de noviembre de 2016

Unreal present

      -          “Debe de pensar usted que soy un necio. […]
-             No. Creo que es usted un hombre afortunado, al menos en amores, y que como           casi todos los que lo son no se da cuenta.”

Y es que él no se da cuenta. No cree merecerme y disfruta con cada mirada que le regalo, siendo él el mejor presente que pudiera merecer. No sabe que cada vez que me besa, el estómago se me encoge hasta hacerse un ovillo y se me llena de mariposas que luchan por salir. No sabe que hablar con él me relaja y me tranquiliza, reduciendo las preocupaciones a un mal sueño. No cree que la vida le haya podido dar una segunda oportunidad y espera que me volatilice cuando no está mirando.

No piensa que quizá yo también tenga miedo. Miedo de perderlo, de estar sola, de no controlar este torrente de sentimientos que inunda todo mi ser. No piensa que pueda ser especial. Tan especial como ese rayo de sol que te ilumina la cara un día de invierno, como el olor de lluvia colándose por la rendija de la ventana o como la primera flor que se atreve a anunciar la primavera.

Sólo espero que algún día lo vea y sea capaz de creérselo.

29 de agosto de 2016

Never-ending night

“Entonces recordó lo que André siempre decía: la felicidad es ese instante que no se puede fotografiar. Pero André estaba equivocado: la felicidad sí se puede fotografiar… aunque no con una cámara sino con el alma.”

El tiempo se detuvo en el momento en que nuestros labios se rozaron por primera vez. Buscándose. Anhelándose. Deseándose más y más cada día.

Salimos de la habitación de puntillas, sin querer despertarnos de este sueño interminable. Sin querer dejar escapar la magia. Sin querer dejar de sentirnos en cada fibra de nuestro ser. Me abrazaste por la espalda y tus dedos se entrelazaron con los míos. Más cerca, más juntos. Tu piel con mi piel.

La noche era nuestra. Nuestra aliada, nuestra confesora, nuestra amiga. Hicimos promesas de amor selladas con besos a la luz de las estrellas. Nos dejamos empapar por esa felicidad que flotaba en el ambiente y saboreamos la vida, ésa que nos hacía cerrar los ojos al mundo y desear que la noche no acabara nunca.

26 de julio de 2016

Today. Forever

“Fundidos en aquel abrazo sobraban las palabras, pues sus kas se unían para decirse cuanto necesitaban saber. Hacía mucho que ambos formaban una sola identidad, y eran conscientes de que el uno sin el otro estaban incompletos.”

Quédate conmigo un rato más. Hoy. Siempre. Pero prométeme una cosa: hazlo todo distinto y siempre igual. Distinto escenario, distinto guión pero los mismos personajes y el mismo final. Feliz, siempre feliz. No hace falta que sea rosa si la paleta es el arco iris. Hazme reír sin quererlo y quiéreme sin pretenderlo. Sin querer enamorarte de mis defectos y sin pretender amar la curva de mi sonrisa. Porque el mundo puede ser maravilloso si lo ilumina la luz de tu mirada y me dejas cobijarme en su reflejo.

Espera. No. No prometas nada y hazlo todo. Nada que nos detenga y todo lo que nos queda por descubrir. Sin más límites que los que queramos dibujar. A lápiz. Para borrarlos cuando los conquistemos. Y sin freno. Para sentir las mariposas revolotear en el estómago, como si cada día fuese el primero. El primero de tantos. Juntos. Hoy. Siempre.

7 de junio de 2016

I shine

"Su corazón sonreía por primera vez en muchos años, al tiempo que se sentía libre de opresiones y congojas, de penas y dolorosos recuerdos, de las enfermedades del alma. Era como si, súbitamente, su vida tomara una nueva dimensión, como si los difusos caminos por los que deambulaba se aclararan para mostrarle, inequívocamente, cuál era la senda que debería seguir, y también el lugar que ocupaba en la vida.” 
Parece que el sol brilla más fuerte. O quizá soy yo la que refulge más. Llevo días flotando a varios metros sobre el suelo y no tengo miedo a caerme.

Sonrío a la vida y me río de sus entresijos. No creo en las casualidades ni los milagros aunque trabajo para que se conviertan en posibilidades.

Corro, porque el tiempo vuela y los momentos son efímeros, el mañana es un misterio y el hoy es un regalo.

Miro a los ojos porque en ellos se esconden las verdades, ésas que atenazan el corazón y atan el alma.

Pero sobre todo amo, amo a quien es capaz de iluminarme el camino, a quien me saca una sonrisa y disfruta con mi risa, a aquel por el que merece la pena correr el riesgo y en cuyos ojos puedo verme reflejada.

14 de mayo de 2016

Goodbye

“No deseo nada más en el mundo que sea feliz, que todo a lo que aspiras se haga realidad y que, aunque me olvides con el tiempo, algún día llegues a comprender lo mucho que te quise.”

Todo acabó como empezó: con demasiadas prisas y demasiado poco sentimiento. Merecía(mos) más pero siempre he sido yo la que ha pensado demasiado y pedido de más.
Me sumergí en tus ojos y me dejé llevar por tu corriente, ésa que tantas veces me dejó empapada en lágrimas y acabó por hacerme insensible al frío.
No hubo una larga conversación. Tú siempre has defendido la economía del lenguaje mientras que yo he invertido en palabras, tantas veces infravaloradas y desoídas que al final se negaron a caer en ese saco donde van las cosas rotas.

Me miraste con la lástima y resignación con la que se mira a un juguete sin arreglo. El cariño no era recíproco y lo sentí. Por mí, por ti, por nuestra historia.