- “Debe de pensar usted que soy un necio. […]
- No. Creo que es usted un hombre afortunado, al menos en amores, y que como casi todos los que lo son no se da cuenta.”
Y es que él no se da cuenta. No cree merecerme y disfruta
con cada mirada que le regalo, siendo él el mejor presente que pudiera merecer.
No sabe que cada vez que me besa, el estómago se me encoge hasta hacerse un
ovillo y se me llena de mariposas que luchan por salir. No sabe que hablar con
él me relaja y me tranquiliza, reduciendo las preocupaciones a un mal sueño. No
cree que la vida le haya podido dar una segunda oportunidad y espera que me
volatilice cuando no está mirando.
No piensa que quizá yo también tenga miedo. Miedo de
perderlo, de estar sola, de no controlar este torrente de sentimientos que
inunda todo mi ser. No piensa que pueda ser especial. Tan especial como ese rayo de sol
que te ilumina la cara un día de invierno, como el olor de lluvia colándose por
la rendija de la ventana o como la primera flor que se atreve a anunciar la
primavera.
Sólo espero que algún día lo vea y sea capaz de creérselo.
Mis buenos deseos. Vivid el presente y seguid creyendo en las segundas oportunidades, seguid disfrutando de ese torrente de sentimientos.
ResponderEliminar¡Muchos besitos!