“…en la necrópolis que todos poseemos en el alma. Allí procuramos deshacernos de las desgracias de la vida, aunque muchas veces no seamos capaces de enterrarlas por completo.”
Una gotita de agua. Una gotita de agua prisionera de sus
pestañas que ni siquiera se dejaba ver si la mirabas de frente.
Hizo falta que la luz incidiera sobre su cabeza, para
delatarla. Un haz de luz travieso se posó en ella y la hizo brillar. Fue efímero,
apenas duró lo que una mirada pero bastó para delatarla.
Esa gotita de agua era el único testigo de su llanto y la
única prueba de su dolor. La única huella de que aprovechaba la soledad para
liberar el tornado de sentimientos que arrasaban su interior amenazando con
derrumbarla. Fue declarada zona catastrófica y no había nada que se pudiera
hacer por salvarla, simplemente esperar a que pasara la tormenta para coser los
pedazos que hubieran sobrevivido, aun sabiendo que la cicatriz permanecería ahí,
como la gotita de agua: sólo visible con la luz adecuada.
A veces hace bien explotar en llanto en soledad, y siempre quedan rastros. Pienso que esos rastros -esas gotitas de agua, esa tristeza evidente en la mirada- son las palabras pidiendo compañía, un abrazo, un consejo. Pidiendo que alguien tire hasta sacarnos de toda esa tormenta. Palabras que no salen por la boca, pero que dicen mucho más que las que si lo hacen. Podemos secar esas gotitas de agua cuando las descubrimos gracias a esa luz adecuada. Es lo más hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo! muchas gracias por leerme siempre.
Yo también lo creo. Y creo que muchas veces son la llamada de auxilio que no podemos hacer con palabras...
Eliminarun placer! un besoo!
Pocas personas saben ver esa gotita en nosotras. Muy pocas saben que a veces esa gotita es una llamada de auxilio. A veces necesitamos que alguien nos vea derrumbarnos, que nos vea caer y que luego, después de la catástrofe, nos ayude a levantarnos, a reparar las zonas que han quedado en ruinas.
ResponderEliminarMuy pocas personas son capaces de mirarnos con la luz adecuada en el momento que más lo necesitamos.
Echaba de menos leerte, espero no tardar en volver.
¡Muchos besitos!
Hay pocas personas capaces de vernos caer y ayudarnos a levantar después. Sin embargo, son las más valiosas, las que saben decidir entre lo que conservar y lo que más vale tirar.
EliminarSiempre eres bienvenida! ;)
un besoo!