“Las palabras no son más que palabras; pronunciadas a la ligera, no cuentan con peso y se las lleva el viento.”
Por eso nos gustan las palabras escritas.
Nos gusta que alguien haya dedicado su tiempo a ayudarlas a
nacer, a mimarlas, a guardarlas en un papel, a sentir su corazón en cada trazo…
Porque todo el mundo escribe pero no todo el mundo nos
escribe. No todo el mundo decide invertir momentos de su vida en elegir las
palabras adecuadas, las más bonitas, o aquellas que encierren más significado para
que tú las leas, las disfrutes y las saborees. Porque esas palabras tendrán el
poder de grabarse a fuego en tu memoria, viajar hasta tu corazón y anidar allí.
Serán como un soplo de aire fresco en días calurosos, un bálsamo para pies
doloridos y el mejor remedio para el dolor del corazón.
Es la magia de las palabras, quien la probó lo sabe.
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