“No hay hombre valiente que nunca haya caminado cien kilómetros. Si quieres saber quién eres, camina hasta que no haya nadie que sepa tu nombre. Viajar nos pone en nuestro sitio, nos enseña más que ningún maestro, es amargo como una medicina, cruel como un espejo. Un largo tramo de camino te enseñará más sobre ti mismo que cien años de silenciosa introspección.”
Hoy se abre ante mí mi futuro, mi destino. Mis pasos me
guían en la dirección que el equilibrio de mi mente y corazón marcan. O
marcaban…
Según se acerca el momento descubro que mi elección sólo
está propulsada por mis ansias de vivir, de experimentar, de soñar. Mi corazón,
en cambio, se despedaza y se queda al lado de aquéllos que lo hacen latir.
No hay miedo sino determinación; no hay incertidumbre sino
confianza; no hay debilidad sino fortaleza de espíritu. Tanto él como yo
debemos (re)aprender a ser.
Sin embargo, no puedo evitar dejar mis lágrimas como prueba
de mi amor.
En ocasiones debemos alejarnos de algo o alguien que nos "estanca" para poder seguir viviendo nuestro camino, aunque muchas veces solo se trata de seguir un ritmo propio, que al final vuelve a juntarte con esas personas.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Sin duda la distancia nos da esa perspectiva que nos falta a veces!
Eliminarun besoo!
No siempre somos capaces de darnos cuenta que el viaje más precioso, es la vida.
ResponderEliminarAunque las lágrimas mojen, pronto se secarán. Y volverás a sonreír por la vida.
Besitos.
Miss Carrousel
Es precisamente ese viaje, con sus lágrimas y sus sonrisas lo que hace de la vida algo tan especial!
Eliminarun besoo!
La cita es simplemente preciosa.
ResponderEliminarA veces llorar merece la pena, desahogarse, ayudarnos a nosotros mismos a vivir.
Me ha gustado mucho, sigue así y perdona mi tardanza.
Gracias por tus visitas.
Abrigando a la luna en http://albordedetucama.blogspot.com.es/
M.
Gracias! "El nombre del viento" está lleno de sabiduría! jj
EliminarUn placer y un besoo!