“Se vio a sí misma sentada debajo del árbol en un caluroso día de julio con un hombre que la miraba con tal intensidad como para hacer que el resto del mundo se desvaneciera a su alrededor. En ese preciso momento fue cuando se enamoró de él.”
Escucho
canciones de amor intentando que calmen el desamor que siento al no poder
verte, leo estrofas de poemas que me
recuerdan las mariposas que nacen de tus caricias, ésas que ahora hibernan en
la punta de mis labios; veo películas románticas que me hacen echar en falta la
vida que prometen tus abrazos y por los cuales me desvivo; como chocolate buscando
la dulzura de tus ojos, ahora perdida en un mundo de tinieblas. Te busco en
cada mirada, en cada rostro, en cada gesto esperando(te) pacientemente a que se
pase este síndrome de abstinencia.
Y es que hoy
tenía ganas de escribir(te).
me ha gustado el sabor de tus letras
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
EliminarHemos coincidido en que teníamos ganas de escribirles. He acabado llorando al leer tu entrada. Creo que me acabas de dejar sin palabras, y qué bonito puede resultar algo triste, algo escrito con nostalgia, con dolor...ay.
ResponderEliminarMe encanto.
¡Muchos besitos!
Es cierto: cuanto más fuerte es el sentimiento, más pasión se pone al escribir.
EliminarMe alegro de que te haya gustado tanto! n.n
un besoo!