Otros
labios, otros besos, otras manos. Un nuevo sabor en mi boca: algo dulce como un
nuevo caramelo que cuando se acaba deja un regusto amargo. Lo supe en cuanto me
dejé llevar, acallando con tragos de alcohol la obviedad de que no eras tú. Otros
labios, otros besos, otras manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario