14 de julio de 2014

I'm sorry

Espero que algún día puedas perdonar el daño que te hice.

Pasé página. Cerré con un portazo tu capítulo de mi vida. Fui una cobarde; huí. Temí que no hubiese otra manera de escapar de ti, de ese nosotros que sólo tú habías construido y que me ahogaba, me anulaba, me hundía en un amor viciado de celos y tan adictivo como la nicotina.

Te olvidé. Nos olvidamos. Pese a ello, aun a día de hoy encuentro tus aguijones clavados en mi corazón infectando tu recuerdo, prolongando mi miedo: temiendo(te) el mar helado en el que me hundí y del que salí con un débil hálito de vida.


Me arrepiento de no haber tenido unas palabras de consuelo para ti pero era difícil encontrarlas si ni siquiera las tenía para mí. Fui a la vez víctima y verdugo. Se me juzgó por el crimen de querer respirar y me declaré culpable.

“Nunca había tenido motivos, como ahora, para sentirme más afortunada que otros. Y he de decir que tuve que pasar un largo periodo en aquel estado de felicidad antes de que empezara a serme posible mirar atrás y admitir lo infeliz que había sido en el pasado. Nadie es capaz de hablar honestamente de sus sufrimientos hasta que ha dejado de sentirlos.”


6 comentarios:

  1. En el amor no hay nadie que no sea culpable y que quiera ser inocente.
    Supongo que es un círculo vicioso: matar, pedir disculpas, dejar que te maten, esperar unas disculpas, matar...

    ¡Un millón de abrazos!

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    1. Sí, supongo que todos tenemos nuestra parte de culpa y nuestra parte de inocencia, de verdugos y de víctimas...
      un besoo!

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  2. Totalmente de acuerdo con el comentario de Sireia, En el Amor, cada uno tiene su parte culpa. Me siento un poco identificada con el texto, durante una temporada pensé que yo tenía la culpa de todo, y no fue así.

    Un placer leerte, como siempre.
    ¡Un beso!

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    1. Nunca tenemos la culpa de todo aunque carguemos con toda ella. Y muchas veces simplemente tenemos la culpa de desear demasiado fuerte que salga bien...
      un besoo!

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  3. Las relaciones son cosa de dos, realmente. Nadie tiene la culpa absoluta de los problemas que puedan ocurrir, no todo es blanco y negro, sino que está coloreado en una escala de grises. Hay que dejar que pase la tormenta para saber lo que realmente está pasando, qué se está sintiendo realmente, porque en una relación, con la intensidad con la que se siente todo, es imposible saber si realmente uno es feliz o simplemente está enganchado a un vicio que está acabando con todo a su alrededor.

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    1. No, con el tiempo aprendes que no es culpa de nadie pero mientras lo vives debes intentarlo, seguir por los dos... hasta que no puedes más...
      un besoo!

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