“Cuando somos niños, casi nunca pensamos en el futuro. Esa inocencia nos deja libres para disfrutar como pocos adultos pueden hacerlo. El día que empezamos a preocuparnos por el futuro es el día en que dejamos atrás nuestra infancia.”
Cuando somos
niños queremos ser mayores porque implica ser más altos, llevar mochila sin
rueditas o que no te echen del campo de fútbol. Y mientras deseas hacerte
mayor, vas creciendo y, sin darte cuenta, tu deseo se va haciendo realidad. Sin
embargo, lo que no te explican cuando eres pequeño es lo que conlleva crecer…
Y es que
nadie tiene un “manual sobre la vida” o un libro que te explique “cómo hacer lo
correcto”. Eres tú, tú con tu vida, tú con tus decisiones, tú con tus
elecciones, tú con tus actos, tú con tus opiniones... Cada paso que das tiene
consecuencias, consecuencias que no se arreglan con un beso o un lo siento. Esa etapa de la vida acabó
según Peter Pan se fue haciendo mayor y fue viendo que el tiempo no para por
ti; sigue corriendo, estés tú dispuesto a correr con él o no.
Pienso que cuando comenzamos a preocuparnos por nuestro futuro, ese día empezamos a ser un poco más adultos y menos niños.
ResponderEliminarBonito blog, muy buena entrada. Te sigo.
Espero que puedas visitar mi espacio http://eldiariodedanielamay.blogspot.mx/
Saludos n_n
Sí, la vida nos obliga a dejar de ser niños aunque creo que debemos permitirnos pequeños momentos de "infantilidad" en el buen sentido. Nos ayuda a sobrellevarlo todo!
EliminarMe alegro de que te guste mi blog! :)
un besoo!
¡Mucha razón! Pero nunca hay que perder el niño que llevamos dentro, la vida trata de madurar, si, pero eso no significa dejar de reírnos por cualquier ocurrencia.
ResponderEliminarMuchos besitos!! Y buena entrada :D
Son precisamente esas ocurrencias las que hacen la vida más divertida y llevadera! n.n
Eliminarun besoo!