16 de septiembre de 2013

Demons



Aposté. Aposté por el brillo de tu mirada cuando me mirabas. Aposté por todas las veces que nadie había apostado por mí. Me dejé llevar y aposté.

Y ahora tengo miedo. Miedo de descubrir que no eres lo que busco. Miedo de no ser lo que esperas. Miedo de que mis demonios me pongan la zancadilla y de que sean precisamente esos demonios los que me hagan perder mi apuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario